Creado por: Leticia Rodríguez, Jimena La Rosa, Angela María Lanz, Carole Estephania García y Daniel Ortega Agudelo.
El neuromarketing es la ciencia que permite a las empresas comprender los factores emocionales y psicológicos que influyen en el comportamiento del consumidor. A través de esta disciplina, que combina la neurociencia y la piscología aplicada al consumidor, es posible mejorar la experiencia del cliente y aumentar la efectividad e impacto de las estrategias de marketing. En un entorno digital tan competitivo como el e-commerce, la capacidad de conectar emocionalmente con los usuarios se ha vuelto fundamental para impactar en la toma de decisiones de compra.
El Eye Tracking, es uno de los principios fundamentales en neuromarketing, se considera una tecnología que facilita el seguimiento del movimiento ocular de los usuarios para comprender en qué se concentran mientras navegan por una página web. Es crucial para elaborar páginas llamativas y prácticas, dado que se puede determinar qué componentes visuales atraen el interés y cómo impactan en el proceso de adquisición. Por ejemplo, el tono de los botones de compra, la organización de los gráficos o la ubicación de los productos sobresalientes son aspectos que pueden ser mejorados para impactar de manera subconsciente en las elecciones del consumidor.
La psicología del consumidor revela que gran parte del comportamiento de compra está impulsado por el subconsciente, lo que significa que muchas decisiones de compra no se toman de manera racional, sino emocional. Esto es particularmente relevante en el comercio en línea, donde el marketing sensorial se enfrenta a limitaciones debido a la falta de interacción física con los productos. Sin embargo, a través de elementos visuales, auditivos e incluso narrativos, se puede crear una experiencia de cliente inmersiva que estimule los sentidos y favorezca una conexión emocional con la marca. Esta conexión emocional es lo que impulsa a muchos consumidores a ser fieles a ciertas marcas en el mundo, a menudo catalogadas como lovemark que en el español se podría traducir a “marcas de afición”, que logran generar una relación profunda y significativa con el cliente, más allá de una simple transacción comercial. El vínculo emocional solidificado por una experiencia excepcional puede generar defensores apasionados de la marca que no solo compran, sino que también recomiendan y promocionan entre su círculo.
El proceso de compra en e-commerce, aunque parece lineal, está altamente influenciado por aspectos psicológicos y al ser una experiencia completamente autónoma para el usuario cada elemento utilizado durante este proceso es determinante. Los consumidores suelen pasar por diferentes fases, como la identificación de la necesidad, la búsqueda de información en diferentes sitios web, la evaluación de alternativas de acuerdo a las prioridades del consumidor y, finalmente, la toma de decisiones. Durante este recorrido, los estímulos emocionales juegan un papel muy importante en el que mientras más sencillo, claro y amigable sea para el consumidor será más efectivo el cierre de la venta. Algunos elementos que apoyan este proceso pueden ser anuncios personalizados, utilizar imágenes con contexto para que el usuario se proyecte utilizando el producto en la vida real, las recomendaciones de productos basadas en tus compras anteriores o en las opiniones de otros clientes indicando puntuaciones graficas con estrellas o escalas de colores y los incentivos temporales (como ofertas limitadas) en colores llamativos son tácticas que apelan directamente a las emociones, generando un sentido de urgencia y deseo en los consumidores.
En conclusión, el neuromarketing aplicado al e-commerce o también denominado comercio electrónico, busca entender cómo los factores emocionales y psicológicos impactan en el comportamiento del consumidor. Implementando estas estrategias descritas, las empresas pueden ofrecer unas experiencias de compra más efectivas, mejorando cada punto de contacto con el cliente para no solo satisfacer sus necesidades, sino con la finalidad de obtener una conexión emocional duradera. El éxito en este entorno digital depende mayormente de la capacidad de las marcas para conectar con el subconsciente del consumidor, influyendo en sus decisiones de manera delicada pero sorprendente.